Domingo 17 de Junio del 2007, por fin se ha conseguido completar la fatídica, y a partir de ahora, declarado non grata para el Dreçera Team, Ferrata de les Dames.
En realidad debido a lo líado de las fechas en la que estamos (unos de compromiso bodil, otros preparando pruebas de acceso, etc, etc) solo se pudo contar con una pequeña representación del Dreçera Team.
El Carles, Rubén su cuñado menos playero, y servidor siempre deseoso de descansar de tareas papiles diversas. Pero bueno, teniendo en cuenta que estas salidas con mucha gente se hacen un pelín lentas, por lo menos el tema sirvió para que se pudiese llegar a comer a una hora razonable.
Rubén, por cierto, muy bien, se perfila como un aventurero entusiasta aunque un pelín demasiado atrevido, je, je, pero para el efecto muy eficaz, nada lo hecha para atrás.
Apunta maneras, si algún día se decide ampliar la plantilla del Dreçera, :-) , sería un buen candidato, como contábamos con Litus, le faltan un par de sustos, pero muy bien.
Pues nada, como se puede observar, está vez si que lo encontremos, con la reseña en la mano y trayendo los deberes hechos de casa mucho más sencillo.
El truco estaba en seguir un pelín más para adelante en el camino inicial. De hecho en el último intento estuvimos muy cerca.
De entrada esto de las ferratas yo creo que esta pensada para hacerla en cualquier época del año menos en verano. Menuda sudada nada más empezar. Y es que parece que no pero con según que temperaturas y humedad empezar a tirar de brazos para grimpar tirando de una cadena, se hace un pelín cansado.
A parte de eso la ferrata fue estupenda, sino fuese por un par de incidentes que tuvimos, de hay lo de declararla non grata, la matinal estuvo muy bien.
Del primer incidente nos dará una pista la siguiente foto.
¿Y que tiene de raro la foto?, pues nada, simplemente que es la última foto en la que se ve viva (aunque pequeñita) la cámara de fotos del Carles. Después de hacernos esa foto a nosotros estando colgado, se "colgó" la cámara de un mosquetón en el que la llevaba colgando del arnés. Y pongo lo de "colgó" entre comillas porque, en realidad, y aunque el no se dio cuenta hasta después lo que paso es que, en un descenso de caída libre sin paracaídas, se le cayó desde una altura de 40 metros. Sorprendentemente, de bajada la conseguimos encontrar entre medio de unos matorrales, y la verdad es que los resultados de semejante caída podían haber sido peores.
Como se puede ver en la foto, que le salto una placa de metal y no acababa de ir del todo bien el motor que saca el objetivo, pero la pantalla y los menús internos aun funcionaban. A lo mejor aun se puede salvar.
El segundo incidente fue en el llamado rapel de la Olla (o algo así) que, de largo, es el peor instalado y el de más dificultad de vía entera. Rubén y yo subimos con más o menos esfuerzo porque la verdad es que hay de tirar de brazos todo el rato y tirá para atrás que da gusto.
El peor parado fue de nuevo Carles que, al ser el que llevaba todo el peso encima, y cuando ya estaba llegando al tramo final de la subida le flaquearon las fuerzas en los brazos (menos correr y bici y más pesas, esas fueron los intenciones después) y tuvo una pequeña caída.
Todo quedo en un susto porque lógicamente la cadena le freno la caída, pero lo suficiente para volver a recordarnos que a estás actividades siempre se les tiene que tener un cierto respecto. Nos puede pasar a cualquiera y en cualquier momento.
La caída fue justo después de la siguiente foto.
Pero bueno al final todo quedo en nada y de bajada nos dio tiempo de disfrutar del entorno y la compañía. De todas formas, después del intento fustrado del otro día, y de los pequeños incidentes, está ferrata queda declarada oficialmente, je, je, non grata para Dreçera.
Un abrazo a todos y hasta la siguiente. IEP, IEP!!!!