FORAT MICÓ

El pasado 22 de Junio puede por fin realizar una de las salidas espeleológicas que mas he ansiado a lo largo de los muchos años ya de espeleólogo. A pesar de que mi actividad espeleológica, todo se tiene que decir, es más bien muy escasa de unos años para aquí y de que, normalmente solo me suelo apuntar a las salidas de mi grupo que son más sencillitas o atractivas por tal o cual motivo, cuando me dijeron que iban a realizar un intento de entrar en Forat Mico en Cardona me apunte sin pensarlo un segundo.

Forat Micó es una cueva natural situada en la parte alta de la montaña de sal de Cardona. En realidad la cueva en si misma no tiene nada de particular, ni tiene demasiado recorrido, ni destaca por tener grandes salas pero, eso sí, esta formada en un material, la sal, que la hace única dentro de lo que son las cavidades que podemos encontrar en Cataluña.

Básicamente, se podría decir que por la parte alta de la montaña se cuela un pequeño riachuelo (aunque me hubiera gustado verla en el pasado episodio de lluvias intensas de esta primavera) que es el que ha ido moldeando con el paso de los años la cueva que atraviesa la montaña hasta llegar a la salida por la entrada de la cueva de Forat Mico. A diferencia de lo que sucede en cavidades de otros tipos de material, la evolución de la formación de una cueva en materiales salinos es infinítamente más rápida que lo que suele ser habitual. Las formaciones, estalactitas y estalactitas, al ser de sal evolucionan con bastante celeridad y de una visita a la cueva a otra pueden llegar a cambiar mucho. La cuestión es que, el mismo hecho de poder entrar a la cueva es siempre una incógnita. Nunca sabes si la entrada va a estar hundida o si, por lo contrario, las últimas lluvias habrán conseguido dejar al descubierto una entrada u otra.

En realidad se tiene que decir que se suele considerar que el sistema de Forat Mico está formado por dos cavidades diferentes. La Tuta Gran cuya entrada esta unos metros por encima de Forat Mico y que esta formada por toda una serie de galerías secas correspondiéndose con las galerías superiores y secas de Forat Mico. Y el propio Forat Mico que es la parte inferior por donde discurre el pequeño riachuelo que, unido a los efectos del agua sobre este tipo de materiales, le da un atractivo añadido a esta cueva.

Para esta excursión se reunió el grupo de espeleo al completo de los que solemos juntarnos. Normal, el atractivo de la cueva, si lográbamos entrar (cosa que todo el mundo dudaba hasta que nos vimos dentro), era realmente grande. De hecho, en más de 15 años que llevo yo haciendo espeleología en mi grupo por un motivo o por otro no se había intentado nunca. Así que Juan Navazo, Jordi, Montse, Juan Carlos y yo, quedemos a las 8:30 en una gasolinera de la C58 para hacerle una intentona.

Utilicemos para acceder a Forat Mico un camino trasero que ataca la montaña de sal por detrás muy alejado de las instalaciones mineras del complejo de Cardona. El camino, donde pasemos un calor de infierno por cierto, discurre por la parte trasera de la montaña de sal siguiendo unas marcas de GR comenzándose pronto a ver las típicas formas caprichosas que forman la montaña de sal. Hay un momento en el que te tienes que separar del camino por el que vienes, remontar un caminito con peldaños terrosos en un ligero repecho, y comenzar a bajar por el medio del bosque por un camino muy evidente y marcado. Cuando llegas a lo que es propiamente la montaña de sal la entrada a Forat Mico te queda apenas a 30 metros remontando por donde te ha dejado el camino.

Tras ponernos el equipo adecuado, y en esta cueva es imprescindible ir bien equipado (mono, guantes para evitar escozores terribles por el alto contenido de sal en el agua que discurre por la cueva, Montse hubo un paso en el que tuvo un pequeño percance, se hizo una rascada considerable en la pierna y tuvo ocasión de comprobar la magnitud de este tema, suerte que le pillo ya casi en la salida), Jordi intento atacar la entrada de la Tuta Gran que estaba unos metro por encima de Forat Mico. Normalmente esta es la que suele estar apta para entrar pues al ser seca tiene menos evolución y se suele mantener mejor (digo yo). Pero no hubo suerte, la entrada dejaba muy poco margen para entrar, había una pequeña ranura por la que era imposible que nos colásemos. Al mismo tiempo, unos metros más abajo yo intentaba colarme por donde salía el agua del riachuelo a Forat Mico. Tras un pequeño paso estrecho donde era necesario arrastrarse conseguí colarme hasta una pequeña sala que formaba, bajo mi humilde experiencia espeleológica, la más increíble serie de formaciones que jamás había visto en una cueva.

Me quede flipando con la preciosidad de estalactitas que tenía delante de mí. De un blanco perfecto, brillante, con paredes enteras formado por el blanco de la Sal en increíbles formas. Porque además se tiene que decir que las estalactitas de la cueva, y supongo que debido a la circulación de aire por su interior, no seguían las típicas formas verticales sino que, por lo contrario se erigían en formas imposibles en algunos casos en ángulos que rozaban la horizontalidad. En fin, no se puede explicar con palabras lo que sentí dentro de esa cueva. Con mi pequeña Olympus que tantas satisfacciones me ha dado, iba como un loco haciendo fotos de un lado para otro. Aun a riesgo de cargarme la cámara porque, desde luego, una cueva, y menos una cueva de sal y activa como Forat Mico, no es el mejor sitio del mundo para hacer fotos.

En fin, companys del Drecera y amigos en general, que esta ha sido una de las salidas más deseadas probablemente de todos estos años de aventuras y que la guinda hubiera sido compartirla con vosotros. Cosa que, por otro lado, no descarto porque la dificultad técnica de la misma es muy pequeña y la recompensa obtenida infinita. Como veis en esta entrada me he puesto más serio de lo habitual, je, je, pero es que la ocasión lo merece. Solo me resta agradecer a mis compañeros de aventura de aquel día los buenos momentos Drecera.

Salut y bones vacances a tothon!!!

Visca el Drecera!!! Al 2008 pujarem al Aconcagua!!!!