Pues nada, aquí estamos resistiendonos a dejar que el chiringuito cierre por defunción. La montaña sigue estando allí, y seguro que todos continuamos acercándonos a disfrutarla de vez en cuando, así que, motivos para renovar el blog con nuevas entradas no nos van a faltar.
Tenía pendiente subir una entrada de una subida en solitario que realice al Mendaur, una de las montañas míticas de la zona Oeste de Navarra, haya donde el Pirineo comienza a convertirse en suaves colinas por la zona del Valle de Baztán, pero en esta ocasión me ha apetecido más mostrar cuatro fotos de la última excursión que realice el pasado sábado 2 de Octubre que, por tenerla más cercana en el tiempo, va a ser más fácil de recordar.
En realidad la excursión era una de los recorridos más clásicos y sencillos que se pueden realizar dentro del Parc Natural del Montseny, pero hacía tiempo que tenía ganas de acercarme al Santuari de Sant Segimon en la zona dels Matagalls que se asoma a la zona del Collsacabra.
El Santuari de Sant Segimon cuyos orígenes se remontan al siglo XIII cuando se construya una ermita aprovechando una cueva que, según la tradición, fue habitada por Segimon rey de Borgoña que hacía vida de eremita en ella.
Actualmente, y según me contó un excursionista que me encontré mientras realizábamos la excursión, se estaban haciendo trabajos de reconstrucción en la misma por los gestores del parque pero, por lo visto, se han paralizado porque ha habido problemas legales con una señora que vive actualmente en el despoblado y que, por lo que parece, podría tener la propiedad de los terrenos. Pero vaya, que poco se del tema. Como siempre en estos casos, lo más perjudicados del tema siempre son los ciudadanos anónimos y excursionistas varios que se acercan a la ermita para visitarla y se encuentran con la desagradable sorpresa que yo me encontré.
Los accesos a la ermita (y al conjunto de casas que la rodean porque por lo visto antiguamente se trataba de un pequeño pueblo) están totalmente cerrados por las vayas que seguramente han puesto los servicios del parque al comenzar la restauración (obras que parecían estar paradas), y por si faltaba poco, los perros de la señora que allí habita acaban de disuadirte de que allí no te puedes acercar. Ni siquiera puedes usar el camino por el que se llega al Santuario para acercarte a la cercana ermita de Sant Miquel de Barretons (situada a 1300 metros en un roquedo realmente impresionante y que data del año 1550) .
Pero dejémonos de historia y contemos lo poco que tiene que contar la excursión que básicamente consistió en una sencilla matinal apta para todos los públicos. En esta ocasión el Artista invitado fue mi amigo de The Big Dimas, artista entre artistas y al que aprecio un montón como seguramente el sabrá.
Uno cree que en la informática solo va a conocer semi androides con números de serie en las sienes, pero de vez en cuando alguno se encuentra con algún incauto que ha caído en la profesión por casualidad como yo (en este caso Dimas es matemático). En este caso Dimas es el amigo más antiguo de la informática, debe de hacer ya más de 12 años que nos conocimos, allá por tiempos de Vaesa, trabajando 14 horas diarias en un subterráneo cerca del aeropuerto y, sin embargo, riéndonos como nunca con gente como Luis, Raquel, Ramón, Mónica, etc ... .
En fin, a mis 36 años soy ya de los que piensan de que todo tiempo anterior fue mejor. Pensaba que uno llegaba a eso a los 70 porque morían las neuronas nuevas y solo quedaban las enquistadas del pasado, las pegadas a la base del cráneo que se resisten a consumirse. Pero que va, a los 36 se puede ser viejo. Menos mal que tengo a mi pequeño Martí de 4 años que me recuerda cada día que así es (para que contar como otros que me hace joven, si eso no es más que una absurda falacia, lo que nos hace es mayores, que duda cabe), y que con su energía me motiva a salir de vez en cuando de excursión a la montaña para llegar en un estado físico más o menos decente a la época en la que me pida que le lleve al Port Aventura sin miedo a que se me caiga en el primer tirabuzón de la atracción de turno la prótesis de cadera o la dentadura postiza.
Con Dimas hemos compartido la experiencia vital y eso si que rejuvenece. Sufrimos la misma mierda en la empresa explotadora de turno, cambiemos intentado mejorar para caer en sitios con más de la misma mierda. Es el mundo laboral, que esperábamos!!!!. Por el camino, fuimos padres!!!, nos hipotequemos!!!, sufrimos la misma crisis provocada por la caída del sistema bancario mundial!!! nos reímos de la misma victoria de España en el mundial de Sudáfrica del 2010 mientras ZP pensaba como subirnos las pensiones, abaratarnos el despido, y el resto de políticos se frotaban las manos como las moscas de la mierda sabiendo que el pastel se iba a repartir de nuevo. Y después de todo eso, y acercándonos peligrosamente a los 40, a Dimas y a mí aun nos quedan energías para levantarnos un sábado a las 7:30 de la mañana y acercarnos a tocar el cielo, a dejar las nubes a nuestros pies y, más que intentar respirar aire fresco de las montañas, intentar expulsar un poco del aire viciado de ciudad y agobio que pudre nuestros pulmones de nuevos adultos no fumadores.
Eso si que me rejuvenece, saber que no estoy solo en este mundo en este camino de mierda y que aun me quedan fuerzas para afrontarlo de subida de vez en cuando. El otro día escuchaba en redes a una Neuróloga de reconocimiento mundial (hoy en día los neurólogos se han convertido en los nuevos gurus interplanetarios: cuando lo que predomina es la enfermad mental y la insatisfacción, es normal que todo el mundo intente encontrar las respuestas en las desconexiones cerebrales en lugar de en la perdida de valores y la total supremacía de la búsqueda del dinero fácil como principio único) como decía que a los hombres a partir de los 60 las testosterona se les reduce a un tercio y modifican su conducta priorizando las relaciones de afecto y la amistad por encima de otros valores más típicamente masculinos. A lo mejor es que en mi caso el proceso se ha adelantado, je, je.
La excursión en si empieza en Coll Fornic a donde accedimos desde Seva en la zona de Osona. Una vez allí el camino no tiene demasiada perdida, incluso hay algunos carteles que además lo indican. Básicamente se trata de empezar a subir como si fueses a subir el Matagalls, y cuando has subido unos 100 metros de altura (y la excursión no tiene mucho más desnivel, se va desde los 1144 metros de Coll Fornic a los 1300 de Sant Miquel de Barretons) enganchas con un camino ancho por el que llegan a circular los todo terrenos de los servicios del parque y algún pages aislado de la zona, y no dejas el camino hasta la iglesia de Sant Segimon.
Aun así yo tuve un momento de confusión y perdida que a uno le hicieron sentirse un poco pardillo después de tantos años de hacer montaña. Básicamente en la zona del Pla d'en Besa o de la Terma, cogi un camino que ascendía y que tenía el mismo tamaño que el que llevábamos y que nos llevo sin perdición al Turo d'en Besa que no era el objetivo. El camino correcto a seguir es el que baja a nuestra izquierda.
Por el camino con Dimas estuvimos poniéndonos al día y solucionando los problemas del país ya que lo locales y los familiares, por tener que afrontarlos de verdad, somos incapaces de resolverlos.
El día acompañaba, no hacía calor, estaba medio tapado pero sin llover, y a nuestros pies y a lo largo de toda la plana de Osona, y de toda la Catalunya interior diría yo, teníamos un magnífico mar de nubes.
Un pelín demasiado alto para mi gusto, porque no dejaba aparecer por encima de ellos ni las montañas más altas. Vaya que no pudimos disfrutar de las lejanas cimas del Pirineo por encima de este.
Lo mejor de la excursión, y tras encontrarnos que no podíamos ver el Santuari ni acercarnos a la ermita de Sant Miquel por el camino principal, reculemos, y cuando ya nos disponíamos a volver, y unos 300 metros antes de llegar a Segimon, vimos unas señales redondas que subían en dura pendiente hacía la ermita de San Miquel. Son unos 100 metros de fuerte subida, pero el esfuerzo merece la pena, las vistas de allí son impresionantes, y estuve entretenido haciendo algunas panorámicas.
Allí fue donde me encontré al excursionista que me contó los litigios por la propiedad de Sant Segimon. Iba en solitario y me contó que dentro de un año cumpliría los 50 años y quería lograr las 40 ascensiones al Matagalls antes de llegar a esa cifra. Esa era la 37. Me sirvió para comprobar que hay vida después de los 36, je, je!!!. Una agradable conversación sin duda.
La bajada fue más descansada y nos dediquemos a hacer 4 fotos a algunas setas que encontremos por el camino. Algunas Amanitas tan fotogénicas como alucinógenas, y algunos Pets de Llop enormes que había en las praderías.
Con Dimas ejercí un poco de perfecto acompañante naturalista contándole los 3 nombres de setas que conozco, y mirando el mapa de vez en cuando con cara de experto ceñudo para convencerlo de que puede repetir la experiencia cuando quiera por encontrarse entre buenas manos.
Un abrazo Dimas, y calido recuerdo para la gente de Vaesa a la que he recordado en esta entrada.
Y a ver si la siguiente excursión puede ser con algún miembro del Drecera y así me ahorro el esfuerzo de ser el que guía. Un abrazo a todos!!!!
