lunes, 1 de octubre de 2007

Pedraforca desde Gósol


Sábado 29 de Septiembre, después de una larga semana pensando que no me hacía ninguna gracia ir al Pedraforca a llevar gente sin ninguno de los compañeros del Dreçera (por algún motivo u otro a ninguno le iba bien la fecha escogida, lástima porque había ganas de volver a hacer algo juntos (por parte de todos claro) y hubieran hecho que uno acudiese mucho más confiado a la cita) al final, y tras los ánimos dados por la mayoría de ellos, el abuelo Cuevas, Cuevas, padre de familia y ex -montañero valiente, junto a Jose y Cristina, compañeros gallegos de cordada (están hecho unos maquinones, de verdad, menuda progresión, primero el Carlit, segundo el Pedraforca y ya tienen apuntado entre sus futuras ascensiones el Nanga Parbat y el Panxa de Bou, :-)D) emprendieron a las 7:30 de la mañana el camino hacia Gósol.

Ahora hablando en serio, a veces me da lástima de mi mismo de ver lo valiente que era antes en montaña y lo prudente que me hecho ahora. Y lo bueno de eso es que no tiene nada que ver con lo de haber tenido a un niño tan precioso como Martí.

Es más bien la falta de confianza en las fuerzas con las que puedo afrontar este tipo de mini aventuras. La verdad es que una vez visto como es la ascensión desde Gósol el tema no tenía justificación alguna.



El camino desde el mismo, a pesar de ser quizás un pelín más largo y directo que la vía normal (porque cuando dice tirar por lo derecho no veas como se empina sobretodo el primer tramo dentro del bosque que te pilla medio en frío), realmente no tiene ningún tipo de dificultad ni pérdida. Siguiendo las marcas amarillas y blancas del sendero, te deja en la misma enforcadura, y desde ahí hasta la cima son apenas 20 minutos de trepada final.

Sin embargo, y sobretodo cuando voy con gente entre la que se "supone" que yo soy el experto y el que guía, el que toma las decisiones vaya, me acojono vivo. Y es que de mí siempre se hasta donde puedo llegar, pero el límite de los demás, o como te van a reaccionar ante tal o cual situación siempre es una incógnita con la que te tienes que enfrentar.


Además este tema contrasta enormemente con el poco miedo que le tengo a ir a la montaña por ahí solo sin más compañía que la cámara y senderos nuevos que descubrir.

En fin que en este caso el temor estuvo totalmente injustificado. Los compañeros respondieron a la perfección y tuvimos la suerte de que, a pesar de lo que se ve en las fotos, el tiempo acompaño sin dar ningún susto demasiado grande.

En realidad ya a media subida empezaron a aparecer de la nada (ante el asombro enorme de los dos compañeros que no acababan de creerse en el coche mi s comentarios de que en montañas como el Pedraforca se te monta una tormenta media hora después de tener un cielo espatarrante de claro) una banda de nubes que iban y venían pero que, a ratos, nos dejaron disfrutar del paisaje que se colaba por las zonas donde aparecían los claros.



El camino desde Gósol increíble, no nos encontremos absolutamente a nadie en todo el trayecto, era bien, bien la montaña y nosotros. No se puede decir lo mismo de la cima que, como siempre estaba a petar de peña. Desde el grupo de 50 que se emociona y abraza en la cima tras comprobar que aun son capaces de subir a montañas sin más ayuda que las piernas y las ganas de hacerlo (no se de que me extraña, yo dudo de mis capacidades a los 33, a los 50 no se de que no dudaré!!!, eso sí, con el Dreçera seguiré dando caña, aunque sea en la Mola, mirando estrellas un 15 de Agosto, o haciendo de Gos de Tura con su debido disfraz en el concurso de Castellar, lo del Jeu!!!, Cueva, Cueva!!!! ya lo tengo dominado), hasta el notas barretinaire de estela y senyera (aunque no hace tanto que me quite el pañuelo y enfunde definitivamente la guitarra, tampoco se de que me extraño).



A la bajada nos llovió un poco y la poca piedra de la tartera se hizo un pelín más difícil de bajar. Fue una excursión de puta madre y para que seáis todos participes de mi "gesta", je, je, aquí queda esta crónica.

Eso sí, lo mejor de la excursión ha sido cuando esta mañana de lunes, Jose el compañero de excursión le ha dicho por correo electrónico a otro amigo común que yo subí y baje como si de una cabra montesa se tratase.

No se si ha sido un simple cumplido de agradecimiento no creído, pero a mí me da igual. A mi me ha subido el ego igualmente. No todo en esta vida va ser inseguridad y malos momentos.

También hay los ratos de montaña y superación personal.



IEEEPPP!!!!, IEEEPPP!!!! Un abrazo a todos.

3 comentarios:

Litus dijo...

IP IP HURRA !!! HI HI HURRA !!!!

Celebro la ascensión al Pedraforca via Gosol, que te curraste con la peña Galleguiña. Es que tienes unes " pernes d´escarxa i carronsa ". Tio, de verdad, no entiendo el miedo a subir montañas, con la de pateadas que tienes bajo tus pies.

Al menos, vas haciendo cosillas, que yo des de los Car de Fo, ( no carros de foc por que no soy "finisher" ) que no hago nada. Tengo un mono brutal de hacer algo por ahí.

Próxima cita : Forat de Boixols.

IEP IEP IEP !!!!!

Jose dijo...

Un buen resúmen de la ruta! Y además puntual (no como otros)...
No te preocupes, has cumplido sobradamente tu papel de "guía"!
Te quejabas mucho de que estabas muy mal (para engañar eh?) pero vaya si subías y bajabas flechao. Lo dicho, cual cabra montesa. En serio! Pero has visto la ventaja que nos metiste tanto en la pedrera como en el bosque?
A ver para cuando la próxima!!!
Saludos!

Anónimo dijo...

Sí, sí... yo también doy buena fé de ello. Cual cabra montesa que siempre tira para la montaña. jeje.
Animo y a subir más. Cuanto más subas más querrás seguir subiendo.
A ver si a la próxima (o a la siguiente) podemos ir nosotros también (mochila al hombro con Viktor).
Por cierto, Jose Antonio, eres un llorón.


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